domingo, 1 de noviembre de 2015

ME AND EARL AND THE DYING GIRL


Me and Earl and the Dying Girl - Alfonso Gomez-Rejon - Estados Unidos
9/10

Cuando una película de adolescentes triunfa en uno de los festivales de cine independiente más importantes del mundo, significa que estamos ante algo especial, algo que definitivamente vale la pena ver. Pues lo es. Desde que me enteré de la existencia de esta película, la puse como prioridad en mi lista de películas por ver, y desde entonces, ya la he visto más de tres veces. Y cuando la estrenen en el cine también estaré allí. ¿Por qué tanto aprecio por la película? Veamos primero de qué va la trama. A grandes rasgos, y para no dar spoilers, esta comedia dramática retrata la amistad que se forma entre Greg, interpretado por un brillante Thomas Mann, a quien conocemos de películas como 'It's kind of a funny story' (2010) y 'Proyect X' (2012), un estudiante de preparatoria que intenta pasar desapercibido en la escuela, creando lazos con todos, y a la vez, con nadie, con Rachel, interpretada por Olivia Cooke (quien da una actuación tan genuina que recientemente fue reclutada por el mismísimo Steven Spielberg para su próxima producción), una compañera que ha sido diagnosticada con leucemia. Greg, junto a su compañero inseparable de la infancia, Earl, interprtado por RJ Cyler, comienza a pasar tiempo con ella, creando un lazo significativo y nuevo, al menos para él.


Sí, hasta el momento suena a un digno proyecto sucesor de la lacrimógena película 'The Fault in Our Stars' (2014), o cualquier otra película que trate sobre la enfermedad en la adolescencia de una forma, como decimos en mi país, cebolla. Pero esta película no es nada de eso. Nada más alejado de eso. ¿Pero qué es lo que tiene de diferente? Todo. Nada. La película es un poco de todo. Toma los mejores rasgos de cierto tipo de películas, para crear algo nuevo, algo con una esencia especial, algo que deja con un rico gusto en el corazón. Si a ratos recuerda a películas como '(500) Days of Summer', dando saltos ocasionales a la entretenida 'Be Kind Rewind' (prefiero no decir de qué forma, porque es parte de los muchos guiños que la película regala a los amantes del cine clásico, del cine europeo, que de seguro van a encantar), luego nos transporta al estilo de cine del brillante Wes Anderson, un cine más carismático, más interesante, más inteligente. La película está basada en la homónima novela del escritor Jesse Andrews, siendo el mismo quien la adaptase como guión para este film. El director, Alfonso Gomez-Rejon, conocido por dirigir una cantidad no menor de capítulos de las series 'Glee' y 'American Horror Story', no poseía mucha incursión en cine, pues aparte de esta película, sólo ha dirigido otro film, pero de terror y con bastante mala crítica. Sin embargo, el trabajo con las series ya mencionadas, dirigidas mayormente a un público juvenil, hacen que el tono de la película sea muy fresco, muy cercano, con personajes completamente adorables, y con un gran encanto visual. Gomez-Rejon se atreve con el uso de distintos planos interesantes, logrando un juego de cámaras bastante potente, dejando la cámara quieta en momentos de tensión, y acudiendo en ocasiones a la animación stop-motion. Por otro lado, los personajes de la película resultan increíblemente carismáticos. Si bien los tres adolescentes principales de la película no son tan conocidos, sustentan de buena forma la película, y probablemente sigamos escuchando de ellos en el futuro. Los actores de la película que sí son conocidos, corresponden a la generación de 'padres' de la historia. Tenemos a Nick Offerman, nuestro querido Ron Swanson en 'Parks & Recreation' Connie Britton, a quien podemos ver en la serie 'Nashville' y en la recientemente estrenada 'American Ultra'; y Molly Shannon, la mítica integrante de 'Saturday Night Live'. Ellos terminan siendo los encargados de dar un toque más travieso al film y, a la vez, ser el pie maduro de la película.


Presentada en el Festival de Cine de Sundance de este año, la cinta obtuvo tanto el U. S. Grand Jury Price y el Audience Award, ambos por categoría Drama, dos premios que en la versión anterior del festival también obtuvo la muy aclamada cinta 'Whiplash', de Damien Chazelle. Cuesta creer que una película que pareciese ser tan sólo una película de adolescentes, de preparatoria, una coming of age más para agregar a la colección, termine siendo tan ovacionada, pero la verdad es que esta película da un paso más allá de lo que hasta ahora hemos visto en ese género. Con un encanto especial, una historia realmente conmovedora, y una serie de elementos combinados de una forma inteligente, esta película es algo refrescante que ver. Pudiendo recordar a películas del género, que de todas formas resultan, como es el caso de 'The Perks of Being a Wallflower', 'The Kings of Summer', 'The Way Way Back' o 'Submarine', la película se separa del resto y nos termina regalando poco más de 100 minutos de encanto, inteligencia y madurez. Como recomendación final, no vean el tráiler (sólo una sugerencia, de todas formas se los dejamos en el post). Aparte de mostrar quizás más de lo debido, presenta la película como una más del montón de películas coming of age: cursis, autocompasivas, típicas, obvias. Esta película, como dije, tiene todo para serlo, pero simplemente no lo es. Es más. Es mejor. Sundance no miente.

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