lunes, 21 de septiembre de 2015

KAZE TACHINU (THE WIND RISES)


Kaze tachinu (The Wind Rises) - Hayao Miyazaki - Japon 
7.5/10

El genio Hayao Miyazaki dice adiós. Con la esplendida  'Kaze tachinu (The Wind Rises)', el artista japonés da por terminada su carrera como director.  Miyazaki abandona la sala por la puerta grande entre vítores y gritos. camina despacio, marcando cada paso, con la cabeza alta, se detiene en la puerta, se gira y nos regala esa sonrisa bajo sus gafas. Nos saluda levantando levemente su sombrero blanco y desaparece fundiéndose con la luz. El anuncio de la retirada en la dirección de Hayao Miyazaki el 1 de septiembre de 2013 llegaba mediante comunicado oficial tras el estreno de esta película en el pasado Festival de Venecia. A sus 72 años el artista japones reconoció que sus energías ya no eran las mismas: 'Pasaron cinco años entre mis dos últimas películas. La siguiente no la podría estrenar hasta dentro de seis o siete años, yo ya tendría casi 79 años y estaría agotado.' Hace cinco años se estrenó 'Ponyo en el acantilado', y ha tardado lo mismo en crear esta nueva gran película. 'The Wind Rises' es un cierre magnifico y esplendido a toda una carrera dentro del cine de animación. Hay secuencias y planos que justifican todo el precio de la entrada, algunos de ellos tan impresionantes que no querrás ni parpadear para no perderte ni un solo fotograma de tan brillante muestra de talento. Se despide el director más grande que este genero ha podido dar. Un artista capaz de contar todas sus obras por buenas o muy buenas, sin excepción. Desde 'Nausicaa del Valle del Viento' hasta 'El castillo ambulante' pasando por 'La Princesa Mononoke' o 'El viaje de Chihiro'. Todas y cada una de ellas son tributos a la belleza dentro del cine, a la animación hecha sentimiento, por ese motivo consideramos que le debemos estar profundamente agradecidos al señor Miyazaki. Este largometraje posee dos claras fuentes de inspiración. La primera es el manga homónimo creado por Miyazaki y la segunda es el relato corto del mismo titulo escrito por Tatsuo Hori en 1937, a quien por cierto se homenajea en el filme. Hori asumió una línea del poema de Paul Valéry: 'Le vent se lève, il faut tantrer de vivre.' que traducida al japonés quiere decir: 'Kaze tachinu, ikimeyamo iza (El viento se levanta, debemos tratar de vivir).' Este pasado 2013 estuvo nominada al Oscar a mejor largometraje de animación donde fue derrotada por la americana 'Frozen' y en los Globos de oro a mejor película extranjera donde corrió la misma suerte frente a 'La gran belleza' de Paolo Sorrentino. Nominaciones y premios a partes iguales en todo tipo de festivales, Círculo de Críticos de Nueva York, Críticos de Chicago, Asociación de críticos de Los Angeles, Critics Choice, Premios Annie, Japan Academy Prize for Animation of the Year, Satellite Awards o el citado antes, Festival de Venecia. Fue la película más taquillera de Japón en 2013. Se estrenó junto a 'The tale of princess Kaguya' que es otra producción Ghibli dirigida por Isao Takahata; algo extraño ya que el hecho de estrenar dos films a la vez no pasaba desde el año 1988 con 'Mi vecino Totoro' y 'La tumba de las luciérnagas'.


'The Wind Rises' es un biopic clásico y ficticio sobre Jiro Horikoshi, el hombre que diseño los aviones japoneses que terminarian por atacar la base norteamericana de Pearl Harbor durante la segunda Guerra Mundial. Miyazaki se despide con una película algo más adulta y madura-con momentos de humor contados-que de costumbre, más realista y dramática, donde esos grandes toques de fantasía vistos en anteriores trabajos aparecen sólo en los sueños del protagonista y en donde el director japones da rienda suelta a su poderosa imaginación y buen hacer. El mundo de los sueños y obsesiones de Jiro acompañados de la figura de Caproni (diseñador italiano al que idolatra Jiro) son muestras de ese gran mundo de fantasía que aun tiene este autor en su mente. Curiosamente y al igual que el director, Jiro también padece problemas de visión, mas concretamente, miopía. Esto le impedirá cumplir el sueño de ser piloto para terminar convirtiéndose en diseñador aeronáutico. Es realmente increíble y asombroso la capacidad de este genio para construir y sorprendernos una vez tras otra con esas escenas tan sencillamente detalladas y que quedan grabadas en la retina del espectador. Miyazaki recorre la vida de este chico de campo, amable, generoso y soñador llamado Jiro a través de los hitos históricos nipones contemporáneos, concretamente desde la Era Taisho en 1912 hacia adelante como: la epidemia de tuberculosis, el terremoto de Kanto, el desempleo, la gran depresión, la entrada del país en guerra, pobreza, revoluciones, fascismo o la supresión de la libertad de expresión. Una guerra tras otra. Su alejamiento político refuerza las acciones del protagonista y no se posiciona a favor de nadie dejando al espectador libre de pensamiento. Esa misma lejanía fue motivo de críticas tanto positivas como negativas en su país. Esa famosa línea entre el bien y el mal que tantas veces hemos visto en otras producciones del artista de Ghibli aquí se llama política. Miyazaki vuelve a dejar que su protagonista surque los cielos como lo hiciera el maldecido Marco Pagot en 'Porco Rosso', vuelven los aviones y la pasión por la aviación, vuelven esos personajes tan bien matizados que muchos llevamos 5 años esperando.'The Wind Rises' es Miyazaki puro, a pesar de que es algo más realista si cabe, y menos fantasioso también, pero no deja de ser igual de emotivo y sorprendente que en otras ocasiones. Es el perfecto broche para cerrar una carrera repleta de éxitos. 
Podría haber sido una película mucho más cruel de no ser por el estilizado dibujo al que nos tiene acostumbrados el director nipón que siempre intenta mostrarnos el lado bueno de las cosas antes que el visceral y ordinario. Paralelamente al tratamiento historicista nipón desarrolla otra línea dramática centrada en una bellísima historia romántica, como nunca habíamos visto. El amor que nace entre Jiro y Nahoko es de aquellos tan bonitos que puede resultar empalagoso si se trata de explicar, pero es enternecedor si se tiene la oportunidad de visualizar. La escena cuando ella lo arropa es de una tremenda ternura. El amor siempre ha sido uno de los matices que gustan a ese Miyazaki tan humano, y aquí es palpable desde que se inicia el romance entre los protagonistas cuando el viento los une por casualidad en el tren donde se cruzan sus primeras miradas hasta que termina la película. Lo peor o menos agradable es ese toque melancólico que tiene este último trabajo del director japones, ese aire a despedida, a fin de fiesta, ese aire que bien podría ser utilizado como frase secundaria del titulo principal, 'The Wind Rises', el adiós de un genio. La banda sonora es una maravilla dotada de vida propia. Las composiciones creadas por Joe Hisaishi te envuelven totalmente. Este compositor japones es el habitual del maestro nipón, con el que ha trabajado en más de 10 ocasiones, y también de Takeshi Kitano con el que cuenta hasta 7 colaboraciones. El piano es el verdadero protagonista de casi todas las partituras de Hisaishi, aunque para esta ocasión en concreto usa mucho en el arranque las mandolinas y guitarras en las apariciones de Caproni, dejando el piano para los momentos de más emoción o tensión, para finalmente descargarse con una suite de violines maravillosa. También se pueden apreciar toques de distintos instrumentos-mucho acordeón-dependiendo en que país (mundo de los sueños, Japón, Alemania) se encuentre la acción, unas melodías agradables y temáticas nada repetitivas. Un grande en pocas palabras, un compositor capaz de elevar el disfrute del espectador que presencia las imágenes que Miyazaki pone delante de él y envolverlo por completo para terminar emocionándole con cada una de las líneas de sus composiciones musicales, como pasa en la impresionante e inesperada escena del terremoto de Kanto. El tema principal de la película-y que aparece en los créditos finales- está compuesto e interpretado por Yumi Arai y se llama 'Hikoukigumo'. Pianista, letrista, cantante y compositora, Arai lleva en la música desde que era muy joven y prueba de ello es que el tema principal de 'The Wind Rises' fue escrito y compuesto cuando tenía 18 años, en 1972. Tampoco es la primera vez que trabaja para Ghibli dado que ya lo hizo en 1989 con la canción 'Rouge no den’gon' en la película 'Nicky, la aprendiz de bruja'.

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